El Liverpool despierta fantasmas en San Siro

Los ingleses remontan el tanto inicial de Pulisic y se llevan la victoria de Milán

DEPORTES

MARCA

9/18/20244 min read

Casi veinte años después de la espectacular remontada del Liverpool en la final de la Liga de Campeones de 2005, vuelve a repetirse la historia. Poco le duran las ventajas al los italianos cuando ven enfrente al dragón del escudo de los de Anfield y esos fantasmas volvieron a aparecer en su propio estadio.

Si bajaran unos extraterrestres y preguntaran por qué el fútbol es un deporte tan bonito, lo lógico sería ponerles aquel partido que acabó 3-3 y se decidió en los penaltis. Este no tuvo tanta emoción, pero sí un juego dinámico, de ida y vuelta que vuelve a explicar por qué la Champions es la mejor competición de clubes del mundo. Un espectáculo para el aficionado neutral y una tortura para los corazones de los casi 80.000 milanistas.

Aunque, eso sí, el partido empezó muy bien para los locales. Los del Milan escucharon el mítico himno y el espíritu de los mejores jugadores de la historia del club poseyó a los 'rossoneros'. Los primeros minutos fueron un asedio de los italianos sobre la portería inglesa. En el segundo minuto de partido estuvieron a punto de adelantarse por medio de Reijnders, pero lo evitó Van Dijk en la línea. Inmediatamente después, una descarga de Morata sirvió para dejar solo a Pulisic con mucho campo por delante. El estadounidense aprovechó la inoperancia de la zaga visitante para avanzar metros y cruzar la pelota lejos del alcance de Alisson.

Recuerdo que mi padre me decía que una bofetada a tiempo siempre es necesaria. Se puede estar más o menos de acuerdo con la afirmación, pero en este fue lo que le sirvió al Liverpool para darse cuenta de dónde estaba. Tras el saque de centro, tuvieron unos minutos de pensarse el impacto que habían recibido, pero inmediatamente despertaron sobre el verde de San Siro para darse cuenta de que cuando la pelota de las estrellas rueda en ese estadio hay que darlo todo para conseguir la victoria. Poco a poco fueron ganando protagonismo en el partido y el Milan bajó su línea defensiva. Grave error.

Dos puñales, uno en cada banda, fueron suficiente para meter el miedo en el cuerpo de los italianos. Con Gakpo y Salah cerca de la portería, solo pueden pasar cosas buenas para los intereses del Liverpool. El neerlandés y el egipcio expusieron a la vista de toda Europa las múltiples carencias defensivas del AC. Sin embargo, fueron dos centrales los encargados de perforar las redes de San Siro.

Primero fue Konaté, quien aprovechó un centro 'con música' de Trent Alexander-Arnold para elevarse a los cielos de Milán y rematar al fondo de la portería de Maignan. Luego hizo lo propio Van Dijk, que también destapó las vergüenzas de los rossoneros rematando prácticamente solo en el área pequeña. Remontada de altos vuelos.

Solo la madera evitó una sangría mayor antes del paso por vestuarios. Salah estuvo a punto de marcar en dos ocasiones, pero el travesaño evitó una nueva obra para el Museo Egipcio que hay en Italia.Maignan, con problemas físicos, también evitó alguno de Cody Gakpo.

El francés tuvo que ser cambiado tras el descanso para dar entrada a Torriani, de 19 años, que debutaba en partido oficial. Todos hemos soñado alguna vez con algo así, pero al meta le pasó en un momento algo complicado. Su equipo cayendo y sin reaccionar. No tuvo demasiado trabajo y poco pudo hacer nada en el tercero, pero desde luego no es el choque ideal para estrenarse con la camiseta del Milan.

La segunda parte tuvo más juego que emoción. Los locales probaron alternativas, pero sin demasiado efecto. El partido estuvo algo más igualado, pero en ningún momento se respiró ambiente de re-remontada. De hecho, antes que el segundo de los rossoneros llegó el tercero de los rojillos. Fue Szoboszlai, que mandó la pelota al fondo de la red tras una jugada espectacular de Gakpo. El húngaro, muy discreto; el holandés, espectacular.

Al Liverpool le dio tiempo a divertirse incluso, con los jugadores intentando buscar su gol o acción individual. Un vacile que no gustó al aficionado del Milan, que no dudó en pitar a Alexander-Arnold al ser cambiado. Tampoco se cortaron con los suyos, a los que abroncaron tras el pitido final.

La derrota deja muy tocados a los de Fonseca, que no han empezado bien la temporada. Los errores defensivos, la inoperancia del medio campo y la incapacidad ofensiva desdibujan a una plantilla lejos de lo que puede ser su mejor versión. Sin estrellas, sin fútbol, sin solidez, sin nada. La otra cara de la moneda es la de los ingleses, a los que da gusto ver jugar. Velocidad y verticalidad que mantienen la filosofía de Klopp en esta era Slot. No son favoritos a levantar la 'Orejona', pero que nadie de sorprenda si los Reds se meten en rondas finales, porque Jurgen se fue, pero el Liverpool nunca camina solo.

cortesía: MARCA